En este comienzo de Copa de la Liga, el volante más importante de la era Gallardo no se encuentra en su alto nivel, como lo hizo el año pasado, y eso repercute en la idea de juego de todo el equipo que, si bien consigue los resultados, no logra esa jerarquía que lo caracteriza y lo hace tan temible en el campo.
Otro inicio de temporada flojo para los de Gallardo; falta de concentración o motivación, sumado a la restructuración con los nuevos refuerzos, el Millonario gana, pero juega a un ritmo inferior a diferencia de sus temporadas anteriores, y sobre todo la ultima, donde se consagró campeon.
El presente más próximo de Enzo Pérez, de los mejores mediocampistas del país, y uno de los únicos irremplazables por el Muñeco, entre lo físico por su edad, y lo futbolístico por la falta de funcionamiento del colectivo, no ha podido mostrar su mejor cara en estos partidos, perdiendo en ocasiones la pelota o errando pases que en situaciones normales, no equivoca. Y él, como capitán, emblema y primer pase en el juego, repercute en las actuaciones de conexión en el equipo; muy necesario para ser superiores los 90 minutos.
Un intocable en el once de River por su jerarquía individual, experiencia y técnica, necesita recuperar su techo para volver a potenciar el equipo que intenta reposicionar su inmejorable supremacía en el terreno de juego y seguir con los resultados positivos en el marcador.