La relación del propietario Roman Abramovich con el presídete de Rusia, Putin, provocó el castigo del Gobierno británico, que ha golpeado de lleno al club londinense, y hoy, el Chelsea quiere dejar de vivir esa pesadilla cuanto antes, por eso quiere efectivizar la la venta de la entidad cuanto antes.
Según destinos medios son varios los candidatos a poner la billetera para quedarse con la propiedad de los Blues. En primer lugar, Nick Candy, diseñador de propiedades de lujo en Reino Unido y fan del club, está considerando unir fuerzas con otros tres nombres como los de Son Todd Boehly, un empresario norteamericano con una fortuna cercana a los 6 billones de euros, Jonathan Goldsteinun, actor y director estadounidense y Hansjorg Wyss, un empresario suizo del sector de la fábrica de material médico.
Candy, además, se comprometió a que los aficionados tengan un puesto en la junta directiva, y dijo «He sido fan del Chelsea desde que tenía cuatro años. Amo al club. No me importa quien lo dirija, aunque no sea conmigo, mientras esté a salvo». Los otros postulantes querrían unirse a él por su relación con el club y su buena fama en la ciudad.
Pero, en la actualidad, las sanciones impuestas por el Gobierno impiden al club vender entradas a sus aficionados. Tampoco podrán gastar más de 20.000 libras en sus viajes como visitante. El Chelsea se está planteando ceder la venta de entradas a un tercer responsable para no perjudicar a sus aficionados.